Manuel LUNA y Carné, C. M. F.
Nació en Caspe, Provincia de Zaragoza el día 11 de Junio de 1875.
Profesó en Cervera el día 15 de Agosto de 1889.
Murió en Santa Isabel, Fernando Poo, el día 4 de Diciembre de 1916.
La muerte de este Misionero fue muy sentida en la Congregación. Había nacido en el seno de una familia honrada, y de pequeño había aprendido a tener ardiente devoción a la Virgen. 31 día 12 de Octubre de 1885 sus padres firmaron el papel en que le autorizaban a entrar en la Congregación. Sus calificaciones durante los estudios fueron sobresalientes. Su conducta era la de un estudiante fervoroso. De él afirmaba su Prefecto: nNo recuerdo haberle tenido que hacer ninguna corrección: siempre fue aplicado, de conciencia muy delicada, piadoso y muy respetuoso con sus superiores”.
El día 3 de Abril de 1897 recibía el Presbiterado. Su espíritu había adelantado mucho durante los años de la carrera según lo prueban su consagración como capellán de la Virgen y siervo de San José: la consagración como capellán de la Virgen implicaba celebrar diariamente la Misa, salva la intención particular, en acción de gracias por los privilegios concebidos a la Virgen; rezar por la misma intención el Oficio divino, salvas otras obligaciones; rezar diariamente tres veces el Magníficat uniéndose a los sentimientos del Corazón de María: por fin visitar diariamente un altar dedicado a la Señora.
La consagración como siervo de San José implicaba el rezar siempre que tenía que predicar siete Padrenuestros a los siete dolores y gozos del Santo Patriarca antes del sermón o plática, y otros siete después. Un sacerdote así poseía gran espíritu y fervor: y qué decir de un sacerdote como el P. Luna que era timorato, en ciertos tiempos hasta escrupuloso, acerca del cumplimiento de sus deberes.
Después de su ordenación permaneció un tiempo en Santo Domingo, y finalmente en 1900 fue destinado a Madrid. Allí dedicose a escribir en nuestras revistas, singularmente El Iris de Paz, y después también Ilustración del Clero. Formó parte de varios comités, fue director espiritual de algunas sociedades y por fin en 1912 asumió los deberes delicados de Procurador de las misiones de Feriando Poo, ante el Gobierno de su Majestad, y en 1915 fue nombrado Secretario General de la Congregación. Fue socio de la Liga Africanista y uno de los vocales de la Junta de Defensa de los Religiosos.
Publicó en un estilo castizo varias obras importantes: citaremos: Aurora Mística o María en el Misterio de su Inmaculada Concepción: Corazón y Reina o sea Reinado, culto e instituciones del Corazón de María: estas dos obras aun clásicas y contienen información valiosa en todos sentidos. Es asimismo notable la Historia de la Real Esclavitud del Dulcísimo Nombre de María desde su fundación hasta su centenario.
Son histórico Don Pedro de Luna ante la Historia y el Derecho e Intervención de Don Pedro de Luna en el compromiso de Caspe. Son de carácter social los dos siguientes: La Caridad en Madrid y La felicidad del Obrero o Instituciones del Patronato aplicables al obrero industrial y al obrero agrícola.
A esto añádase el haber formado parte de comisiones de algunos Congresos nacionales e Internacionales y se comprenderá cómo el P. Luna era una figura de primer orden. Estaba trabajando una vida documentada del Rmo. P. Xifré cuando le cogió la muerte: se planeaba publicarla el año 1917, con ocasión del primer centenario del nacimiento de este gran hombre.
En medio de sus ocupaciones delicadas, el P. Luna acertó a ser buen religioso: siempre rodeado de sencillez, piadoso, obediente, timorato de conciencia, amante de la Congregación. De él se puede afirmar que conservó toda su vida el fervor del Noviciado.
En 1916 acompañó al Rmo. P. Alsina a Fernando Poo; teñía la ilusión de conocer aquellas misiones para luego desempeñar mejor el cargo de procurador da las mismas. A la vuelta de Annobón enfermo y al poco de llegar a Santa Isabel murió después de haber recibido los Sacramentos con gran fervor.
José Berengueras