Ojos Negros (Teruel) 27.IX.1885– Barcelona, 23.I.1954. Educador y misionero.
Era el hermano mayor entre cuatro de una familia pobre y cristiana. Se dedicó en la niñez al cuidado de cabras hasta que a los 14 años, tras una misión popular predicada por el claretiano P. Cepeda, y una entrevista de discernimiento vocacional, pidió el ingreso en la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón de María, Misioneros Claretianos. Se preparó para la vida misionera en los centros de la Congregación, con no pocas limitaciones por su salud débil. Profesó en Vic en 1904, y terminados los estudios eclesiásticos, recibió la ordenación sacerdotal en Zaragoza 1912. Se le destinó primeramente a la formación de jóvenes seminaristas claretianos, siendo creativo en los métodos y muy aceptado por sus educandos, que le recordaban con afecto. Más tarde fue profesor de Derecho Canónico y superior de Calatayud.
Los superiores pensaron en él en 1929 cuando la Santa Sede confió a la Congregación hacerse cargo en China de un seminario regional en Kaifeng. Expuso sus dificultades de mala salud y su edad, ya avanzada, con 44 años. Supo aceptar los designios de la obediencia y partió a China con el P. Anastasio Rojas, compañero de destino. Pero este tuvo que regresar forzado por una grave enfermedad. Los primeros años fueron de una soledad forzada y dura en el aprendizaje de la lengua y la acomodación a un mundo cultural y social muy diverso y poco propicio.
En 1933 se encomendó a la Congregación la región de Tunki, segregada de la misión jesuítica de Wuhu y el P. Fogued nombrado Superior y Visitador, hasta que en 1937 la Misión fue declarada Prefectura Apostólica y el P. Fogued nombrado su primer Prefecto Apostólico. Llegaron nuevas expediciones de misioneros claretianos y con ellos pudo hacer una labor admirable en la evangelización y aun en la promoción social, creando escuelas, y sobre todo con el dispensario médico del Hno. Torres y la “Escuela de Mediquillos”, en una región que carecía de médicos con carrera y eran suplidos por vulgares curanderos. Escuelas y dispensario abrieron muchas puertas a la Misión. Emprendedor y activo no se desdeñaba en trabajar incluso en obras de construcción de la Misión, tanto como de arquitecto como de peón.
Cuando más pujante estaba la misión y acababan de llegar nuevos misioneros y misioneras, la amenaza de los ejércitos marxistas de Mao obligó a la salida de la misión de los recién llegados, que carecían aún de preparación para subsistir en aquellas circunstancias. Quedaron en la Misión al final ya solamente el P. Fogued, Vicario Apostólico, el P. Rebollar, Superior Mayor de la Misión y el Hno. Rodao.
Sufrieron mil penalidades en un arresto domiciliario de muchos meses, donde demostraron su talante misionero y humano. El P. Fogued, siempre muy culto, aprovechó el retiro forzado para la oración y la lectura de libros de mucha actualidad en su época, sobre todo de psicología. En la persecución no faltaron los juicios populares amañados para que los misioneros aparecieran como enemigos del pueblo. Al no ver perspectivas de futuro, pidieron salir del país. Y con el salvoconducto y tras un viaje accidentado, llegaron a la libertad.
Posteriormente recorrió España animando el espíritu misionero con charlas y conferencias y cuando se preparaba para volar a Guinea Ecuatorial para dirigir una tanda de Ejercicios Espirituales, la enfermedad hizo presencia en su cuerpo, siempre débil y enfermizo. Retirado a la Comunidad Claretiana de Barcelona en los últimos meses de su vida, sufrió las consecuencias de su penosa enfermedad, llevada con edificante espíritu de paciencia cristiana y alegría de espíritu, ofreciéndose por su amada Misión de China. Murió el 23 de enero de 1954.
Bibl.: A. Mª. Fandos, “Ilmo y Rmo. P. José Fogued Gil, C.M.F.”, en Annales Congregationis C.M.F., 49 (1967), págs. 134-151, A. Rebollar Blanco, “Misioneros Claretianos en China”, Ed. Monte Casino, Zamora (2002), págs. 31-266, Archivo General de la Congregación Claretiana (arch. Gen. CMF), GF-9-35.
J.L.Uranga Yeregui
Tomado del Diccionario Biográfico Español (real academia de la historia)