JOSÉ MARÍA BOCABELLA, impresor y librero, colaborador de Claret (1815-1892)
Nació en 1815 en San Cugat del Vallés (Barcelona). Fue gerente y luego propietario de la antigua imprenta y librería de los Herederos de la Viuda Pla, un cierto precedente de la Librería Religiosa que fundaría el P. Claret. Comenzó a relacionarse con el misionero Claret justamente con motivo de la publicación de hojas volantes que distribuía como propaganda religiosa, complemento de su predicación itinerante. Esa relación se acrecentó con la fundación (1848) de la Librería Religiosa por el P. Claret con la colaboración de los canónigos de Tarragona A. Palau y J. Caixal. Se conoce correspondencia entre Claret y Bocabella a partir de 1847. Por ese motivo laboral-apostólico Bocabella se relacionó mucho con D. Pedro Naudó, administrador y responsable de ediciones de la Librería Religiosa durante largos años. Ésta se sirvió inicialmente de dos impresores: J. M. Bocabella y Pablo Riera; pero en julio de 1849 Claret manifiesta a Caixal ser partidario de tener un solo impresor, por simplificar cuentas, etc., y opta por Bocabella, a pesar de que es algo celoso y desconfiado (EC I, p. 295); no obstante, un año después sigue proponiendo colaboración entre ambos (EC I, p. 415).
Integrado en el amplio círculo de amigos y colaboradores de Claret, coincidió con él en casa de D. Francisco Bofill al parecer poco antes de que Claret marchase a Cuba. Fue en esta ocasión cuando Bocabella le vio en el breviario la misteriosa carta de Satanás: “Ahora estarás contento, pues serás arzobispo de Cuba y harás de las tuyas”. Por los años 60 Bocabella mantiene correspondencia con D. Paladio Currius, el cual, desde El Escorial, le hace diversos encargos de compras y pagos para el monasterio: suscripción a publicaciones, materiales de encuadernación, tejidos… Esto equivalía a seguir colaborando con la acción apostólico-cultural de Claret.
Tuvo también amistad con D. Francisco Mas y Artigas, “el ciego”, profesor de latín de Claret en Barcelona y siempre amigo suyo que tuvo el gozo de verle llegar a arzobispo. En los talleres de Bocabella se imprimió, en 1854, el Diccionario español-latino de D. Francisco Mas, que va dedicado al arzobispo Claret. Tuvo igualmente trato con el P. José María Rodríguez Bori, mercedario, amigo de Claret y colaborador suyo en los orígenes de la Librería Religiosa (EC I, p. 178).
En 1889 José María Bocabella declaró en el Proceso Informativo de Barcelona para la beatificación de Claret: “Le conocí desde que dio comienzo a sus tareas de Misionero, le hablé muchas veces y casi puede decirse que llegué a tener familiaridad con él, habiendo estado hospedado en casa por espacio de cuatro o seis días; y mis relaciones con el mismo duraron hasta su muerte… Lo que no sé por ciencia propia, lo he sabido principalmente por D. Pedro Naudó, que fue amigo íntimo del Sr. Claret y su corresponsal en la presente ciudad”.
Bocabella fue un gran propagandista de la devoción a San José. En 1866 fundó la Asociación de Devotos de San José y la revista El propagador de la devoción a San José; ésta continúa editándose con el nombre de Temple. Fundó igualmente unos talleres para obreros y aprendices, especie de escuela de artes y oficios.
Seriamente preocupado por propagar los valores cristianos de la familia, ideó la construcción de un templo dedicado a la Sagrada Familia, que fuese como una réplica del santuario de Loreto. Adquirió personalmente los terrenos para ello en el ensanche de Barcelona y encargó el proyecto al arquitecto F. de P. del Villar y Lozano; abandonado por éste, lo ofreció a Antoni Gaudí, quien lo convertiría en la obra de su vida. José María Bocabella falleció en Barcelona en 1892; en 1914 sus restos fueron trasladados a la cripta del templo expiatorio de la Sagrada Familia.