ENERO
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1850. En Tarragona predica al pueblo en la catedral.
1857. Claret manifiesta a Currius el presentimiento de que va a permanecer poco tiempo en Cuba, por lo cual quiere vender lo edificado de la granja-escuela de Puerto Príncipe.
1870. Se encuentra muy ocupado con los asuntos del Concilio, pero se hace con mucho gusto al pensar que se hace para la mayor gloria de Dios y bien de las almas.
CONSTITUCIÓN DEL INSTITUTO (1858-1870)
Nuevas fundaciones
Pronto se fundó en Huesca (1864) tras unos Ejercicios predicados por el P. Xifré y que darían un fruto excepcional con el ingreso en la Congregación del P. Vallier. Jaca (1867), donde se establecieron en el antiguo seminario, con el P. Hilario Brossosa a la cabeza. La Selva del Camp (1868), solicitada por el arzobispo de Tarragona, Fleix y Solans, yendo como superior el P. Alibés y acompañado de los PP. Donato Berenguer y Francisco Crusats, entre otros. Y se presentaron ofertas para fundar en Valencia, Cádiz, Zaragoza… La Congregación se extendía más y más, aunque de momento solamente en España. El obispo de Lérida, después de su traslado a Pamplona, emprendió gestiones para que se fundase en su diócesis, sin resultado. Lo mismo Fray Bartolomé Casal, en nombre del Arzobispo de Santiago de Compostela, proponía al Fundador el establecimiento del Instituto en Galicia. La que estuvo a punto de realizarse fue la de Astorga. Y la que parecía ser más propicia y que tampoco llegó a término fue la de la Seo de Urgel, sede del obispo Caixal.
Ignacio Buil, CMF
Misionero Estudiante (1859-1880)
Barbastro (Huesca, España). Estudió en el colegio de los escolapios de Barbastro, donde años después se alojarían los beatos mártires. Vencidas algunas dificultades familiares, entró en el noviciado de Thuir, Francia. Era un modelo en todos los aspectos, sobre todo en el espiritual. Después de una muerte prematura, se extendió entre los estudiantes de la época su fama de santidad, ampliada por el folleto Prácticas de las pequeñas virtudes, que era una biografía del Sr. Buil. Y no sólo entre los estudiantes, sino que algunos Padres maestros de vida espiritual, como Clotet, Serrat o Juanola, se referían a él como un santo. Algunos le llamaban San Luis. Su muerte ocurrió de un modo imprevisto. Salió a pasear con los demás estudiantes y al día siguiente cayó enfermo. A pesar de los remedios que se le proporcionaron, entregó plácidamente su alma al Señor el 19 de enero. De él se habla con mucho elogio en la Historia del Instituto del P. Aguilar.
Libros provechosos
Tuve yo la suerte de que viniera a parar a mis manos un libro que se titula Finezas de Jesús Sacramentado. ¡Cuánto me gustaba! De memoria lo aprendía. Tanto era lo que me agradaba (Aut 37).
También vino a parar a mis manos un librito llamado El Buen Día y La Buena Noche. ¡Oh, con qué gusto y con qué provecho de mi alma leía yo aquel libro! (Aut 41).
Siendo aún muy niño, encontré en mi casa un libro que se titulaba el Roser, o el Rosal, en que estaban los misterios del Rosario, con estampas y explicaciones análogas. Aprendí por aquel libro el modo de rezar el Rosario con sus misterios, letanías y demás (Aut 45).
Al considerar el bien tan grande que trajo a mi alma la lectura de libros buenos y piadosos es la razón por la que procuro dar con tanta profusión libros por el estilo, esperando que darán en mis prójimos, a quienes amo tanto, los mismos felices resultados que dieron en mi alma (Aut 42).
PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
- ¿Hubo algunos libros que fueron provechosos durante tu infancia? ¿Cuáles?
- Actualmente, ¿cuentas con libros u otros medios de comunicación que te están enriqueciendo espiritualmente? ¿Cuáles?
- ¿Sueles recomendar varios recursos que puedan enriquecer a otros?
- Enumera algunos libros que te hayan ayudado a pensar, crecer, y disfrutar a lo largo de tu vida.
“Sólo hay cuatro preguntas que valen la a pena en la vida, Don Octavio.
¿Qué es sagrado? ¿De qué está hecho el espíritu? ¿Para qué vale la pena vivir?
¿Para qué vale la pena morir? La respuesta a cada uno es la misma: sólo el amor”
(Película Don Juan de Marco).