ENERO

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1855. Claret está en Puerto Príncipe (Cuba) trabajando mientras los compañeros Subirana, Coca y Betriu están enfermos.

1858.Claret, ya en Madrid, pide al nuncio la preceptiva autorización para que tres Religiosas de María Inmaculada de Cuba puedan dejar la clausura y viajar a la Península para establecerse en la diócesis de Urgel (Lérida).

1866. Claret regresa de El Escorial a Madrid, donde, recibe, lleno de celestial gozo, la noticia de la aprobación por Roma de la Congregación y las Constituciones ad decennium.

 

LA FUNDACIÓN (1849 -1858)

 

LA GRAN OBRA: INTENTOS PREVIOS DE FUNDACIÓN

 

 

La idea de la fundación no apareció de golpe ni se apoyaba en ilusiones; la idea de su realización venía de bastante atrás, y nació del ansia de Claret de la salvación de las almas. Ya en 1839 tenía deseos de formar un Centro Misionero en Sallent. Al ver que las dificultades políticas se lo impedían llegó a exclamar: Tengo sed, tengo sed de derramar toda mi sangre por Jesucristo. Después de consultarlo, marchó a Roma para ofrecerse a la misión universal. Tenía planes de acompañar al recién nombrado obispo del Líbano, pero este ya había marchado. Tampoco pudo ofrecerse a Propaganda Fide ni profesar como jesuita, pero regresó a su patria con una mejor preparación misionera. Entre 1842 y 1843, en la parroquia de San Juan de Oló, fundó la Hermandad de María del Rosario. En 1846 estableció la Hermandad Apostólica, entre cuyos miembros figuraban Esteban Sala, Domingo Fábregas, Manuel Vilaró y algunos otros como Francisco Coll, José Caixal, etc. En 1848, esbozó la reglamentación de una asociación sacerdotal apostólica a la que llamó Hermandad de Jesús y María, verdadero antecedente de nuestra Congregación.

Parroquia de San Juan de Oló donde se fundó la Hermandad de María del Rosario

ANTONIO COLOMER, OP

Obispo Dominico (1833-1902)

Vic (Barcelona, España). Aconsejado por el P. Claret, vistió el hábito de la Orden de Predicadores en Ocaña (Toledo), donde profesó en 1849. Fue ordenado sacerdote en Tonkin en 1857. Fue Rector del seminario, vicario provincial y pro-vicario apostólico. En 1871 fue nombrado obispo titular de Temiscira y vicario Apostólico de Tonkin Oriental (Indochina). Gobernó con gran celo y prudencia. Fue a Europa para la beatificación de los mártires de Tonkin y murió en Ocaña en 1902. Decía hablando de una de las misiones de Claret en Vic: Habiendo predicado en agosto de 1846 un octavario a Nuestra Señora de la Asunción, más por obediencia que por voluntad, pues sentía en ello alguna repugnancia, sabemos por un testigo ocular que en todos sus sermones el concurso fue inmenso, y que las tres puertas del frontis del grandioso templo de la catedral tuvieron que estar abiertas; y fueron tan fuertes los empujones de las gentes, que derribaron una de las pilas del agua bendita, que son de piedra mármol. Murió el 21 de enero.

Nacimiento y bautismo

Nací en la villa de Sallent, Deanato de Manresa, Obispado de Vich, provincia de Barcelona. Mis padres se llamaban Juan Claret y Josefa Clará, casados, honrados y temerosos de Dios, y muy devotos del Santísimo Sacramento del Altar y de María Santísima (Aut 3).

Fui bautizado en la Pila bautismal de la Parroquia de Santa María de Sallent, el día veinte y cinco de diciembre, día mismo de la Navidad del Señor del año de 1807, y en los libros parroquiales dice 1808 por empezar a contar el año siguiente por este día, y por esta razón mi partida es la primera del libro del año 1808 (Aut 4).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

Claret habla de su doble nacimiento: a la vida y a la gracia.

  • Agradece al Señor tu nacimiento físico y tu nacimiento en la gracia bautismal.
  • Vale la pena recordar y quizás incluso celebrar el día de tu bautismo. Quien sabe recibir sabe agradecer.


“La gracia, comunicada por Dios en grado diverso a cada uno de los miembros de un Instituto, es gracia dada en orden a la realización del carisma”

(Declaración sobre el carisma, Capítulo General XVII, n.9).