ABRIL
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1849 De regreso hacia la Península, comienza unos días de predicación en Arrecife (Lanzarote).
1860 Le parece que se le está acercando el tiempo del martirio; ha sentido que Jesús le ha dicho: Antonio, prepárate.
1870 D. Santiago Tejada le visita en el convento de San Adrián (Roma). Le dice que ha comprado un antiguo convento de franciscanos en Alfaro (La Rioja) y que lo cedería con gusto a algunos misioneros. Claret se lo comunica al P. José Xifré.
TIEMPO MARTIRIAL (1934-1937)
LA CURIA GENERAL EN ROMAEl XIII Capítulo General de 1934 celebrado en Roma, Via Giulia, se expresó sobre la residencia del Superior General de este modo: Salvando el derecho que la santa Constitución concede al Superior General para escoger la Casa de la Congregación que mejor le paraciere y residir en ella, el Capítulo General, sin pretender coartar ese derecho, manifiesta, por gran mayoria de votos, su vehemente deseo de que la residencia del Superior General y de su Curia se establezca en Roma. Siguiendo estas indicaciones el P. Felipe Maroto, en Decreto del 10 de mayo de 1934, decidió trasladar la sede del Gobierno General de Madrid a Roma, en Via Giulia: la vía más recta y más larga del mundo, había escrito Miguel de Cervantes (1547-1616). En aquel momento la casa de Via Giulia era la sede del Gobierno Provincial de Italia, que se trasladó al llamado Villino, en la zona de Parioli, donde se estaba construyendo el gran templo al Corazón de María, convirtiéndose en la nueva Curia Provincial.
JERÓNIMO PAGÉS
Monje Jerónimo (1807-1891)Badalona (Barcelona, España). Tomó el hábito jerónimo en El Escorial en 1827. El año 1847 era nombrado capellán de San Lorenzo de El Escorial; en 1854 Prior de la comunidad; en 1859 vicepresidente de la corporación eclesiástica y capellán real en 1860. El año 1861 presentó la renuncia a la Reina, que le fue aceptada, siendo destinado a Sevilla. Después de la revolución de 1868 fue nombrado director del colegio de El Escorial y capellán de honor de Su Majestad en 1879. Murió en Sevilla el 25 de abril de 1891. El año 1858 fue nombrado Presidente del Real Monasterio el P. Claret, quedando el P. Pagés como Vicepresidente. Ambos mantuvieron una abundante correspondencia los años 1859 a 1860. El 22 de junio de 1868 el P. Claret presentaba finalmente a la Reina su renuncia a la Presidencia del Monasterio debido a los momentos tan ingratos que tuvo que soportar. Una de las razones fundamentales fueron los desacuerdos con el P. Jerónimo Pagés.
Consagración episcopal
Aceptada la elección que hizo de mi pobre persona S. M. al momento se practicaron las diligencias de costumbre y marchó el expediente a Roma… (Aut 497).
… Fui preconizado, vinieron las bulas de Roma a Madrid y, despachadas competentemente, de Madrid las llevaron a Vich los señores D. Fermín de la Cruz yD. Andrés Novoa, Pbros. muy ejemplares. Entre tanto yo me preparé con unos ejercicios espirituales de muchos días, en que escribí un Plan de vida para mi gobierno, y, así preparado y dispuesto, recibí la Consagración… (Aut 498).
El día 6 de octubre de 1850, día de San Bruno, fundador de los Cartujos, a cuya religión había deseado pertenecer, día domingo primero de este mes de octubre; día del Santísimo Rosario, a cuya devoción he tenido siempre tan grande inclinación; en ese día, pues, fue mi consagración, juntamente con el Señor D. Jaime Soler, Obispo de Teruel, en la Catedral de Vich. Fue consagrante el Señor Obispo de aquella Diócesis, el llmo. Sr. Dr. D. Luciano Casadevall, y fueron asistentes los Excmos. e llmos. Sres. D. Domingo Costa y Borrás, obispo de Barcelona, y D. Fulgencio Lorente, obispo de Gerona (Aut 499).
PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
Claret, que siempre quiso vivir “a la apostólica”, recibió la gracia de ser un sucesor de los apóstoles.
- ¿Qué significa para ti ser un “esforzado auxiliar de los Pastores en el ministerio de la Palabra” (cf. CC 6)?
- Recuerda a algunos obispos claretianos con los que hayas tenido alguna relación. Pide por su ministerio y por su pueblo.
- Comenta el sentido de la frase: «La obediencia conduce a la verdadera libertad».
“Un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades” (Francisco, Evangelii gaudium, 213).