MARZO
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1846. Concluye la misión en la Selva del Camp (Tarragona).
1865. Envía a M. París el librito Tardes de verano, que ha publicado recientemente, librito de carácter apologético, antiprotestante.
1867. La abadesa de las Huelgas (Burgos) le ha pedido que vaya a predicarles, pero la Reina, atendidas las actuales circunstancias de los tiempos que atravesamos, no ve conveniente que salga de Madrid.
LA CONSOLIDACIÓN (1899-1906)
Creación de la Provincia de BéticaTambién en aquel Capítulo General de 1904 se determinó la creación de la tercera Provincia de la Congregación, la de Bética; resolución que se llevaría a cabo el 7 de octubre de 1906, siendo nombrado Provincial el P. Cándido Catalán y como Consultores los PP. José Bruned y Antonio Sánchez; el P. Agustín Arnal fue nombrado secretario. También se nombraron los superiores locales de las doce casas que la constituían y dos Consultores Generales de la nueva Provincia: los PP. Lucio Monjas y Antonio Pueyo. Todos los superiores se reunieron en Ciudad Real con el nuevo Gobierno Provincial el 8 de octubre para practicar, bajo la dirección del P. Martín Alsina, unos días de retiro, y recibir instrucciones, advertencias y orientaciones. El Gobierno Provincial fijó su residencia en Zafra, donde también implantaría el Noviciado. Pero pronto se cambiaron los planes siendo inaugurado el Noviciado en Jerez de los Caballeros, junto con el postulantado y el filosofado, y trasladado allí el Gobierno Provincial.
Jaime Soler y Raguer
Obispo de Teruel (1791-1851)San Juan de las Abadesas (Gerona, España). Entró en el seminario de Vic en 1814. En 1823 fue nombrado profesor de Filosofía del seminario y en 1824 de Teología y vicerrector. Se doctoró en la Universidad de Cervera, de donde fue profesor. Fue canónigo magistral de la catedral de Vic y rector del seminario en 1844. Presentado para el obispado de Teruel en 1850, fue consagrado junto a Claret el 6 de octubre de ese año en la catedral de Vic por D. Luciano Casadevall, obispo de Vic. Cuando se disponía a trasladarse a Valencia para curarse, murió durante el viaje en Gérica (Castellón) el 19 de marzo. Fue enterrado en la catedral de Segorbe (Castellón). El año 1843 estuvo entre los asistentes a los primeros Ejercicios Espirituales que dio Claret al clero en Campdevánol (Gerona). De él comentaba D. Jaime que los ángeles habían acompañado visiblemente en los caminos a Mosén Antón Claret y que lo tenía por un santo.
Urgido por el amor a su prójimo
Igualmente me obliga a predicar sin parar el ver la multitud de almas que caen en los infiernos, pues que es de fe que todos los que mueren en pecado mortal se condenan. ¡Ay! Cada día se mueren ochenta mil personas (según cálculo aproximado), ¡y cuántas se morirán en pecado y cuántas se condenarán!… Tal es la muerte según ha sido la vida (Aut 205).
Os digo con franqueza que yo, al ver a los pecadores, no tengo reposo, no puedo aquietarme, no tengo consuelo, mi corazón se me va tras ellos… (Aut 211).
La caridad me urge, me impele, me hace andar, me hace correr de una población a otra, me obliga a gritar: ¡Hijo mío, pecador, mira que te vas a caer en los infiernos! ¡Alto, no pases más adelante!… (Aut 212).
Otro de los motivos que me impelen en predicar y confesar es el deseo que tengo de hacer felices a mis prójimos. ¡Oh, qué gozo tan grande es el dar salud al enfermo, libertad al preso, consuelo al afligido y hacer feliz al desgraciado! Pues todo esto y mucho más se hace con procurar a mis prójimos la gloria del cielo… (Aut 213).
PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
- ¿Qué sientes ante la multitud de personas que viven sin la luz del Evangelio?
- ¿Qué relación crees que debe haber entre la tolerancia como valor de la pluralidad social y el celo apostólico?
- ¿En una sociedad multicultural y multirreligiosa, qué hay que entender por la felicidad posible de tu prójimo?
“Puede (el alma) representarse delante de Cristo
y acostumbrarse a enamorarse mucho de su sagrada humanidad”
(Sta. Teresa de Ávila, Vida, 12. 2).