ENERO

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1834. En nombre de su sobrina María Claret y Casajoana, pide al obispo indulgencias para la oración que haga ante una Virgen de la Soledad que ha comprado.

1854.  Llegan a Santiago de Cuba diez seminaristas de la diócesis de Gerona.

1868.  Ha estado unos días algo indispuesto, y hoy ya puede comunicar al P. José Xifré: yo me hallo mucho mejor.

CONSTITUCIÓN DEL INSTITUTO (1858-1870)

El primer Directorio Espiritual

 

Escrito por el Fundador casi al mismo tiempo que las Constituciones y aún algo anterior a ellas y publicado en 1858 por el P. Xifré con algunas modificaciones importantes. Además de dirigir la vida ministerial, principalmente misionera, con instrucciones y exámenes, traía el primer esbozo de ritual y colección de oraciones y prácticas religiosas tenidas en casa, y las prescritas para el comienzo y fin de las predicaciones. Constaba de siete apartados: 1) examen sobre las Constituciones para el día de retiro; 2) sufragio para los que estaban de camino; 3) itinerario; 4) modo práctico para comenzar y concluir la Misión; 5) ocho fórmulas para otras tantas bendiciones; 6) oraciones por los que regresan de viaje, por los enfermos y para la acción de gracias; 7) meditación de la muerte para el día de retiro. También había un Directorio de los Hermanos Coadjutores, opúsculo compuesto por el P. Clotet y publicado también en 1858, en el cual consignaba el autor las prácticas vigentes, según las orientaciones recibidas del mismo Fundador.

Dionisio González de Mendoza

Colaborador de Claret (1815-1887)

Barriosuso de Valdivia (Palencia, España). Fue Secretario del Obispo de Puerto Rico desde 1847. En 1855 era nombrado por Claret canónigo doctoral de Santiago de Cuba y vicario general. A partir de la salida de Claret en 1857, quedó como gobernador eclesiástico. Vuelto a España, el P. Claret lo nombró Vicepresidente de El Escorial en 1860. Fue uno de los más íntimos amigos y colaboradores de Claret. De él decía el Santo: A mí me parece que le conozco, le he observado y estudiado y en él veo talento, penetración y deseos de acertar; es verdad que es demasiado callado y reservado, que es el único defecto que veo en él; pero yo le amo y quiero y el mismo afecto que le tengo me sugiere razones para disimularle este defecto; es su natural sostenido por los desengaños que ha visto en sí y en otros. Murió en Barriosuso el 6 de enero. Allí se conservaron un buen número de documentos claretianos, en el llamado tesoro de Barriosuso.

Amor en tiempos de guerra

 

Me acuerdo que en la guerra de la Independencia, que duró desde el año 1808 al 1814, el miedo que los habitantes de Sallent tenían a los franceses, y con razón, pues que habían incendiado la ciudad de Manresa y el pueblo de Calders, cercanos a Sallent, se huía todo el mundo cuando llegaba la noticia de que el ejército francés se acercaba; las primeras veces de huir, me acuerdo que me llevaban en hombros, pero las últimas, que ya tenía cuatro o cinco años, ya andaba a pie y daba la mano a mi abuelo Juan Clará, padre de mi madre; y como era de noche y a él ya le escaseaba la vista, le advertía de los tropiezos con tanta paciencia y cariño, que el pobre viejo estaba muy consolado al ver que yo no le dejaba, ni me huía con los demás hermanos y primos, que nos dejaron a los dos solos, y siempre más le profesé mucho amor hasta que murió, y no sólo a él, sino también a todos los viejos y estropeados (Aut 19).

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

 

  • Recuerda a tus abuelos u otros ancianos de tu lugar de nacimiento.
  • ¿Cuál es tu actitud frente a los ancianos?
  • ¿Te interesas por los claretianos ancianos o enfermos?
  • Procura un tiempo de encuentro con algún misionero mayor, enfermo.

“Una de las convicciones más profundas y espontáneas
de los primeros miembros de la Congregación fue que ésta era obra de Dios y de María.
Ni el Fundador ni los confundadores tuvieron inconveniente en llamar
Santa, Sagrada, Obra divina, a la Congregación”

(Aquilino Bocos Merino, Herencia y profecía, 21).